Tokio con Eval

Ya me veia venir que algo pasaria ese día, como venian pasándome cosas todo el viaje, pero una vez mas me sorprendió como se puede complicar un viaje. Eval y yo habíamos reservado el mismo hotel, quedamos a las 9 30 en la puerta para hacer turismo juntos. Pero a las 10 30 aun no habia aparecido, así que decidir irme yo solo, primero llevar als maletas a mi nuevo hotel, y luego intentar reunirme con ella.

A las 11 30 recibí un correo suyo pidiéndome eprdon por haberse dormido, quedamos en una estación a medio camino entre mi hotel y el sitio al que ella queria ir, pero entre las maletas, escribirle un correo y el calor que hacia me equivoque varias veces de tren. El panorama: A la hora a la que habíamos quedado yo aun no habia llegado al nuevo hotel. 1 hora despues, estaba buscando una camiseta limpia como loco pues del nerviosismo y el calor asfixiante de tokio el sudor me caia a chorros.

La pobre Eval tuvo que esperarme 2 horas pero aun así, cuando llegue, insistió en pagarme el billete de metro porque ella se habia retrasado 40 minutos!! cuando habia tenido que esperarme ella a mi 2 horas!! (amabilidad asiática)

Fuimos a ver la Torre de telecomunicaciones de Tokio, que se ha convertido en todo un simbolo de la ciudad. Antes de llegar decidimos parar a comer Ramen. Aunque parece increíble es la primera vez que tengo oportunidad de comerlo este viaje.

Cuando llegábamos a la Torre empezó a llover mucho, así que rapidamente nos dirigimos a nuestra nueva parada, Akihabara. Alli buscamos como locos un regalo que tenia en mente, pero fue imposible encontrarlo a un presido exente, así que cansados, tristes y mojados nos fuimos en busca del edificio donde el grupo AKB48 dio sus primeros pasos, el edificio Don Quijote. Al llegar descubrimos que habia un Meido Cafe allí, una buena oportunidad para repetir, sin embargo para mi sorpresa, fue Eval la que insistió en entrar, pues a ella le gusta mucho el mundo lolita. Creo que quedo un poco decepcionada, pues habia estado en otros mas grandes e impresionantes.

Por la noche nos despedimos casi como si fuéramos a vernos otra vez, casi ni nos despedimos pues a ella se le hacia tarde para coger el bus de vuelta a Nagoya.