sábado, 14 de diciembre de 2013

Novena semana en el paraíso.

Esta semana marco un cambio en la monotonía. Como ya he comentado alguna vez es imposible aburrirse en Japón pero aun así empezaba a sentirme un poco limitado por el hecho de no poder ir al cine o a cenar con amigos. No porque no tenga amigos, que los tengo, sino por el precio prohibitivo del cine y porque en los restaurantes no existe la "sobremesa", cenas y te vas.

Y el karaoke por las noches es un poco caro. Imposible también pasear, ya que la temperatura por las noches bajo casi hasta 0.

Bueno, como os comentaba esa semana las cosas cambiaron, una asociación de empresarios organizó una cena en un hotel, en la que invitaban a 10 estudiantes de la residencia. El día antes de la cena había estado haciendo en clase un trabajo con el chico aleman, y dio la casualidad de que también fue invitado a la cena, (yo también).



La cena fue muy muy corta, y a la salida tanto el como yo "nos habíamos quedado con ganas de mas". Aprovechando que otro de los chicos invitados celebraba su cumpleaños decididos comprar algunas cosas y montar una pequeña fiesta en la residencia. Poco a poco se fue uniendo mas gente a esta segunda fiesta, donde conocí gente super interesante.

El viernes puse rumbo a Tokio. De sobra es sabido que el monte Fuji esta cerca de Tokio pero no me acordaba, me lleve una sorpresa tremenda cuando lo vi. Majestuoso, en medido e una llanura, con el pico nevado. Una imagen que nunca olvidare.





Cuando llegue a Tokio decidi, junto con el chico brasileño (Leandro), visitar la Todai (Tokio daigaku, Universidad de Tokio). Sus edificios de arquitectura gótica, y lo que representa para mi, hacen su visita obligada cada viaje.


Después, nos fuimos hacia Shinjuku, dicen que allí se reúnen las lolitas aunque nosotros no pudimos ver ninguna. Lo que si que vimos es la que dicen es la tienda mas grande electronica, Yodoba Camera)

Dormimos en un Capsule Hotel. Al día siguiente era el gran día, fuimos al Tokio Motor Show. En una palabra, impresionante. Estaba llenísimo de gente, pero pudimos ver los últimos modelos de los coches que mas nos gustan.







Después del salon de automóvil fuimos a la zona de Odaiba, allí hay una estatua de un robot a tamaño "real" famosa entre los frikis. Pero antes de llegar nos topamos con algunos coches mas.





y algunos mas




Por fin llegamos a la zona del robot :) (Se llama Gundam)



Por la noche nos reunimos con algunos de mis compañeros del voluntariado que había conocido los años anteriores. Estaba Kuma, Koshi-kun, Dennis y Hyoeun. Nos divertimos mucho, aunque aun falto gente que no pudo venir.



El dia siguiente, el domingo, era el día mas "complicado" ya que mi autobús salía a las 11 45 de la noche hacia Nagoya.

Por la mañana me reuní con uno de los chicos que no habían podido venir a la cena, Keita. Con el recordé una expresión que siempre me ha gustado mucho: "el mundo es un pañuelo" y es que, a pesar de los (alrededor) de 120 millones de personas que viven en Japon sumado a los millones de turistas que vienen, resulto que ese verano había conocido a 2 amigos míos. en Japon también. Y justamente a 2 personas muy especiales, a Kaori y a la chica que hizo posible que Kaori y yo estuviéramos juntos.

Por la mañana visitamos Akihabara y no perdimos oportunidad de pasar por un Meido Cafe.



Después de eso, no puedo enumerados en orden en cuantos sitios estuvimos, pero basta decir que recorrimos Tokio entero, visitando los lugares mas emblemáticos.













1 comentario:

  1. ...., ya veo que fue un finde muy intenso!!!!!!!!!!!!. Tambien esta pendiente Tokio, osea tengo que volver al pais del sol naciente!!!!!!!!!!!!!. btos.

    ResponderEliminar