Pero no adelantemos acontecimientos, vayamos paso a paso. Lo primero que hicimos fue ir a comprar el desayuno. En mi caso fue este:
Como he dicho antes, alquilamos bicicletas, 5 euros todo el día, para recorrer la ciudad, nuestra primera parada era una torre (parecida a la torre eiffel pero mas pequeña) donde tener una visión de toda la ciudad. Como es normal nos perdimos, pero dimos con un pequeño templo, en la esquina de una manzana, que nos encanto.
Llegamos hasta la torre aunque decidimos no subir, y seguimos nuestro camino hacia el sur, buscando el templo mas antiguo de Osaka. De nuevo erramos en nuestro camino, pero llegamos a otro templo mas grande.
Una de las costumbres religiosas de Japón es comprar sobrecitos donde predicen la suerte que tendrás. en caso de ser mala suerte hay que llevar a cabo un ritual, en el cual, se cuelga el papelito con la predicción en el árbol sagrado, para pasarle la mala suerte al templo.
En algunos templos no hay árbol sagrado, en estos casos se sustituye por unas cuerdas donde atar la mala suerte. Esta imagen es de otro templo que visitamos unas horas mas tarde.
Se acercaba la hora de comer, así que decidimos poner rumbo hacia la zona norte de la ciudad, donde se encontraba el castillo de Osaka, (osaka-jo). De camino, pasamos por un nuevo templo, con mas vegetacion que los anteriores.
Tal era nuestra energía e ilusión, que acabamos pisándonos el castillo, subiendo más al norte, desde el puente que cruza el rió de la imagen nos dimos cuenta de nuestro error, y dimos la vuelta.
Una vez que llegamos al castillo, paramos en el parque que lo rodea para comer y hacer un pequeño descanso, llevábamos todo el día recorriendo al ciudad en bicicleta.
Esta fue mi comida del día, parece poco, pero llena.
Esta es una foto para ilustrar las murallas del castillo, y la bicicleta que llevaba ese día.
También descubrimos que en el mismo parque, había un pequeño gimnasio, donde se encontraban practicando judo y kendo.
Ya de vuelta, no sin antes perdernos alguna otra vez, dimos con el Hard Rock Cafe, aunque el cansancio del día hizo q no le prestáramos mucha atención.
Y sin darnos cuenta, dimos con Dotombori, el barrio de marcha de Osaka, que sirvio de inspiracion para la pelicula Blade Runner.
Por fin dimos con el hostal, nos aseamos, y salimos a cenar, por fin iba a probar el famoso Ramen japones.
De nuevo esa noche conocí un chico coreano con el que me tome unas cervezas, pero fui pronto a dormir, ya que al día siguiente me esperaba un largo día. Un día crucial, ya que debía recorrer Osaka buscando el tren que me llevara al publecito donde iba a empezar el campo de trabajo, y hacerlo solo.
