lunes, 21 de julio de 2014

Decimoséptima semana en el paraíso ¡Por fin vino Kaori!

Lo mas destacable sin duda fue el viaje relámpago que hizo Kaori a Nagoya. Acompañada de su amiga Naho, que visitaba la ciudad para ver a una amiga. Fui a recogerlas al aeropuerto, su avión llego antes de lo previsto y yo mas tarde de lo previsto porque me equivoque de tren, pero eso no quebró los ánimos ni por un instante. Al llegar Kaori me recibió con una gran caja de Kitkat de fresa, edición especial con fresas de Kyushu.

kitkat de fresa

Decimosexta Semana en el Paraiso

Esta semana paso muy deprisa, el día de volver a ver a Kaori se acercaba aunque también lo hacia, inevitablemente, el momento de mi vuelta. De esa semana recuerdo con especial claridad el frío. Un frío muy diferente del que estaba acostumbrado a tener en Alicante. El frío de Nagoya te cortaba cual cuchilla, si andabas por la calle, incluso bajo cero, te engañabas pensando que se podía soportar, sin embargo, en cuanto se levantaba un poco de brisa, o bien montabas en bicicleta, el frío cortaba tu piel, volvía tus ojos llorosos y convertía tu nariz en un caudaloso rio de mocos.

La fuente de la universidad seguía congelada incluso a medio día.