Cambio de planes de ultima hora que salieron bien, pero solo efimeramente.

Tal como contaba al final de mi entrada anterior, el plan para mi ultimo día en Nagoya era cenar con mas amigos míos de Wazuka, cuando por fin conseguí itnernet y pude cerrar la hora y el sitio de encuentro (cerca de 1am) me di cuenta de que solo podia hacer el cheack in de mi hotel de Tokio hasta las 9 de la noche, por lo que no podia cenar en Nagoya.

Tras cancelar los planes y pedir muchas disculpas, toco el turno de buscar la mejor ruta para llegar al hotel. Una vez elegida me fui a dormir, pero los nervios de los planes de ultima hora (una vez mas) me despertaron antes de la hora prevista. Decidi pues recoger mis cosas y coger el primer tren que me llevara a Tokio, ya podría descansar en el nuevo hotel, con mi maleta (supuestamente).

Aunque debería escaldado por mi fallo al coger el tren equivocado cuando iba a ver a Kaori, sin darme cuenta cogí el mismo (pero sentido Tokio), el resultado fue que llegue al hotel mas tarde que con el tren que si debía coger y coincidió con que las recepcionistas del hotel se habían ido a comer. En un principio debería esperar 3 horas a que volvieran a abrir la recepción. Por suerte las vi entrar un momento y aproveche para pedirles q me hicieran el check in. El calor, el enfado por haberme equivocado otra vez de tren, las ganas de ducharme y comer y sobre todo los nervios por saber si tenían o no mi maleta me hicieron caer en un nuevo error.

La recepcionista, muy amable, se presto a explicarme como funcionaba todo, sin embargo le dije que no era la primera vez que estaba en el hotel y que no hacia falta, así que ella me dio un papel con muchos números ele recibo de pago la llave de mi taquilla y me cerro la puerta en las narices (aunque sin perder las buenas maneras claro). Yo fui a mi cama, ordene mis cosas, intente que cupieran ams cosas en la maleta, cerré todo y me fui a comer y a buscar a mi amigo Borja. Después de una tarde muy buena con Borja, que ahora os contare, volvimos al hotel. Cual fue mi sorpresa cuando, al intentar entrar, la puerta no se abría, intente encontrar una entrada trasera, pero tenia una puerta con código de seguridad. Viéndome en la calle, me fui al hotel ams cercano y le pedi que llamaran a mi hotel y le pidiera que me abrieran. Por suerte la recepción del hotel daba acceso a la vivienda de los dueños (si me hospedo en sitios muy raros) y pudieron abrirme. (no he pedido mas disculpas en mi vida). Resulto que esos números que me dieron en un papel sin explicaciones eran para la puerta trasera con código, que había que usar cuando cerraban la principal.

En cuanto a la tarde con Borja, me lo pase muy bien, siempre me sorprende. La forma de quedar fue un poco extraña. Una amiga que tenemos en común esta estos días en Japón, y esa tarde iba a estar en Shibuya. Sin medio para contactar les escribí diciéndoles que me iba a Shibuya a ver si nos encontrábamos de casualidad. Borja respondió que el también iba, y me proponía encontrarnos el y yo. Cuando llegue y le escribí resulto que estaba en Shinjuku. Volví a coger el tren y una vez llegue allí y nos encontramos me comento que había quedado para tomar algo con (un nombre que no me decía nada)Un rato después le pregunte quien era y entonces me dijo, escribe un blog que se llama un friki en Japón, entonces caí en quien era. Borja había quedado de copas con Razi! Razi resulto ser un chico encantador, super abierto, lleno de anécdotas y de consejos. Durante la conversación salió el tema del rato que mi madre, mi tía y yo estuvimos andando al norte de Dotombori, el barrio rojo de Osaka. Entonces el nos hablo de Kabukicho, el barrio rojo de Tokio, muy cerca de donde estábamos, así que decidimos dar una vuelta por allí. Sinceramente, no me impresiono tanto como Dotombori. EN Kabukicho, había muchos clubs de alterne y muchos relaciones publicas (muchas personas occidentales y de color). En Dotombori sin embargo, las chicas se exponían en la calle directamente mientras los yakuza vigilaban desde una esquina cercana.

Es un barrio que no hay que perderse porque, como nos dijo de Razi, si te gustan los juegos de Yakuza, suelen star ambientados completamente en las calles de Kabukicho. Muchas veces muy fielmente.